¿Cuales son los síntomas del lupus?

Los síntomas del lupus varían enormemente dependiendo del individuo y de la forma en qué el lupus se presenta. Puede afectar prácticamente a cualquier órgano, por eso decimos que es sistémico y los síntomas pueden aparecer y desaparecer. Cuando aparecen se llaman brotes. Estos brotes, diferentes en cada paciente, se pueden presentar de forma grave o leve en intensidad y duración y se combinan con periodos de remisión durante los cuales el paciente está asintomático.

Durante un brote de la enfermedad activa, las molestias más frecuentes son síntomas similares a la gripe (fiebre, fatiga, pérdida de peso, dolores de cabeza y dolores musculares y articulares). La fiebre puede algunas veces ser febrícula y otras veces aguda y grave. Son frecuentes las erupciones cutáneas de varios tipos.

Síntomas generales: los síntomas generales de la enfermedad, tales como la fiebre, anorexia o pérdida del apetito, pérdida de peso y la astenia o cansancio derivan tanto de su base inflamatoria como de las complicaciones debidas a la afectación específica de los diferentes órganos y aparatos. La fiebre es una de las manifestaciones más frecuentes. No existe un patrón de fiebre característico, pudiendo ser vespertina y moderada, remitente y, a veces, elevada y cursar con escalofríos. Las molestias inespecíficas, como astenia, anorexia, malestar general y pérdida de peso, son también frecuentes. El lupus sufre altibajos. Es frecuente que la enfermedad aparezca de una forma grave y, siguiendo un tratamiento adecuado, remita. Algunos pacientes, con un seguimiento cuidadoso, pueden, con el tiempo, prescindir del tratamiento.

Manifestaciones musculares y esqueléticas: el 95% de los pacientes refiere dolor articular sin signos inflamatorios, por lo cual constituye el síntoma más frecuente de esta enfermedad. La afección articular suele ser simétrica y afecta, con mayor frecuencia, a las pequeñas articulaciones. Estos síntomas duran entre 12 y 48 horas, aunque a veces se prolongan hasta 7 o 10 días, y se resuelven sin dejar secuelas. La enfermedad articular del lupus difiere de la artritis reumatoide en un aspecto muy importante: en el lupus es muy raro que las articulaciones se dañen. También es relativamente frecuente la aparición de debilidad muscular, dolor muscular e inflamación muscular.

Manifestaciones cutáneas Se puede presentar casi cualquier tipo de erupción cutánea. Son frecuentes las “alergias” y, de hecho, el paciente con lupus puede ser que tenga un historial alérgico a medicamentos como la penicilina muy anterior al diagnóstico del lupus. Esto es debido a la inflamación en vasos sanguíneos pequeños de la piel que puede ocasionar variedad de erupciones, siendo la más frecuente una erupción de color rojizo en las mejillas, denominada eritema malar o erupción en forma de alas de mariposa. También es frecuente la erupción rojiza con granos en los codos y alrededor de los dedos de las manos y los pies. Los pacientes con lupus pueden desarrollar el fenómeno de Raynaud (tendencia de los dedos a entumecerse quedándose blancos con la exposición al frío).

Cabello: la pérdida de cabello es una de las características más frecuentes de la enfermedad activa. El cabello crece de nuevo después de controlar el brote, aunque se pueden necesitar varios meses para conseguir la regeneración completa del cabello.

Fotosensibilidad: los pacientes con lupus tienen una piel muy sensible a los rayos ultravioletas y la enfermedad puede aparecer después de una exposición solar prolongada. Esto no quiere decir que todos los pacientes con lupus tengan este problema, pero tendrán que protegerse del sol utilizando cremas con protección solar.

Manifestaciones cardíacas y pulmonares: cuando el lupus inflama estos órganos lo hace sobre todo en las membranas de revestimiento del corazón (el pericardio) y de los pulmones (la pleura), lo cual origina pericarditis (40% de los enfermos) y pleuritis. Los dos procesos tienen síntomas parecidos: dolor en el tórax y, a veces, fiebre. En líneas generales no suelen plantear ningún problema importante y responden bien a un tratamiento médico sencillo. En otras ocasiones, se pueden afectar los pulmones o las válvulas del corazón, o cualquiera de las estructuras cardíacas. Esto puede ocasionar insuficiencia respiratoria o cardíaca. Aunque estos problemas son graves, generalmente responden fácilmente al tratamiento. Afortunadamente, estos casos son muy poco frecuentes en enfermos con lupus.

Manifestaciones renales: el riñón enferma con frecuencia en el lupus. La lesión más frecuente es la inflamación (nefritis), que a veces hace que el riñón no pueda eliminar adecuadamente los residuos del organismo y estos se acumulen en la sangre (cómo por ejemplo la urea). A veces y debido a la inflamación, el riñón es incapaz de retener sustancias tan importantes como las proteínas, lo cual conduce al hecho que se eliminen por la orina y se produzca abultamiento de la cara y de las piernas. Finalmente, en otros casos la lesión del riñón origina una subida de la presión arterial. Por otro lado el lupus siempre afecta los dos riñones a la vez, con el que la solución de extirpar el riñón enfermo, aquí no es válida.

Manifestaciones neuropsiquiátricas: es prácticamente imposible saber con certeza con qué frecuencia se afecta el cerebro en el lupus. Esto es a causa de que manifestaciones, como el dolor de cabeza, depresiones, o situaciones leves de hiperactividad, son muy frecuentes en la población general y pueden deberse a una leve inflamación cerebral por el lupus o a otras muchas circunstancias. Además, también es posible que una depresión sea “reactiva” a la misma enfermedad: el paciente no se deprime debido al lupus, sino que el hecho de saber que tiene lupus le origina angustia y síntomas depresivos. En situaciones mucho más raras pueden aparecer otros síntomas, como alteraciones del comportamiento, epilepsia, etc., que tendrán que tratarse adecuadamente.

Manifestaciones gastrointestinales y hepáticas: las manifestaciones gastrointestinales del lupus son las menos conocidas, debido principalmente a su baja frecuencia, aunque no por eso despreciables. La presencia de úlceras orales es una manifestación común en el lupus y constituye uno de los criterios diagnósticos de esta enfermedad. Los síntomas gastrointestinales pueden incluir náuseas, vómitos, dificultad al tragar, reflujo y dolor abdominal. En los pacientes con lupus son frecuentes la hepatomegalia o aumento del tamaño del hígado (30- 50%) y la alteración de las enzimas hepáticas (30-60%). Se han descrito casos de hepatitis crónica activa y cirrosis biliar primaria, aunque probablemente se trata de una asociación fortuita. Finalmente, también se han descrito casos de pancreatitis.

Manifestaciones hematológicas: la anemia hemolítica (destrucción de los glóbulos rojos), leucopenia, linfopenia y trombocitopenia, es decir disminución de glóbulos blancos, linfocitos y plaquetas son criterios diagnósticos del lupus. Manifestaciones como la anemia hemolítica y la trombocitopenia autoinmune son frecuentes y, a veces, pueden preceder en varios años al resto de manifestaciones del lupus.

Manifestaciones oculares: el lupus puede afectar cualquier estructura del ojo, de forma que las manifestaciones vasculares retinianas son la forma más frecuente de afectación oftalmológica en estos pacientes. En la mayoría de las ocasiones no condicionan pérdida de agudeza visual. La enfermedad oclusiva retiniana es una complicación grave que puede conducir a la ceguera transitoria o permanente. Se ha descrito también la aparición de conjuntivitis en periodos de actividad clínica. La sequedad ocular es frecuente y se debe, en muchas ocasiones, a la coexistencia con el síndrome de Sjögren.

Dr. Mata Darío Oscar – Director Médico

MN 90573 – MP 70935