- Reforzar la alimentación con alimentos ricos en:
- Acidos grasos omega 3: pescados grasos (salmón, atún, trucha), aceite de lino o canola sin cocción, semillas de chía o aceite de chía.
- Probióticos: kéfir de agua, de leche, yogures fermentados (tipo actimel, o casero), vegetales fermentados
- Fibra (prebióticos): cereales integrales, verduras de hoja, frutas con cáscara
- Antioxidantes: vegetales y frutas. A mayor variedad de colores, mayor variedad de antioxidantes
- Cúrcuma: altamente antioxidante y antiinflamatoria (leche con cúrcuma, en licuados, sopas, y comidas en general)
- Evitar todos los alimentos ricos en grasas saturadas de origen animal, exceso de sal y azúcar y alimentos ultraprocesados e industrializados.
- Comer variado y con moderación.
- Hidratarse: mínimo 2 litros de liquido por día.
- Dormir al menos 8 horas diarias, asegurar un buen descanso.
- Practicar ejercicios de meditación, relajación o yoga.
- Mantenerse en movimiento. Estar en casa no es sinónimo de no moverse. Planificar rutina de movimientos sin necesidad de equipos especiales.
- Por ultimo, y lo más importante: mantener el buen humor, trabajar la paciencia y la tolerancia!!!
María Fernanda Cusa
Lic. en Nutrición
MN2300 MP 2604